Ministering to Your Pastor/es

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''The Bible Friend (Vol. 75, No. 8), Minneapolis, MN''  
''The Bible Friend (Vol. 75, No. 8), Minneapolis, MN''  
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Empezamos con un pasaje de Escritura de Romanos 1:8-12. Pablo les dice a la iglesia:
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Empezamos con un pasaje de Escritura de Romanos 1:8-12. Pablo le dice a la iglesia: <br><br> ''En primer lugar, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos vosotros, porque por todo el mundo se habla de vuestra fe. Pues Dios, a quien sirvo en mi espíritu en la predicación del evangelio de su Hijo, me es testigo de cómo sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones, implorando que ahora, al fin, por la voluntad de Dios, logre ir a vosotros. Porque anhelo veros para impartiros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados; es decir, para que cuando esté entre vosotros nos confortemos mutuamente, cada uno por la fe del otro, tanto la vuestra como la mía.'' <br><br> Quiero hablar de nuestra responsibilidad de ministrar a nuestro pastor.&nbsp; Hemos escuchado muchas veces que todos los cristianos son ministros, de acuerdo con Efesios 4:12.&nbsp; Enfatizamos en las clases de Escuela Dominical la necesidad de orar el uno por el otro&nbsp; y animarse en la fe, pero pienso que a veces nos olvidamos que nuestro pastor es uno de nosotros.&nbsp; Entonces quiero recordar la razón por la que necesitamos ministrar a nuestro pastor, cómo podemos hacerlo mejor, y qué podemos esperar como resultado. <br><br> Primeramente, ¿por qué debemos ministrar a nuestro pastor? La razón es que él es humano y un amigo creyente como nosotros.&nbsp; Como hombre, él es sensible a las tentaciones así como nosotros.&nbsp; La fe no es automática para él solo porque es el pastor.&nbsp; No es más fácil para él ser una persona cariñosa, esperanzada de lo que es para nosotros.&nbsp; Sus recursos en la batalla de fe no son mejores que los nuestros.&nbsp; Él es uno de nosotros. <br><br> Más que eso, las cargas únicas de su llamado demandan nuestra fiel ministración hacia él; por ejemplo, la preocupación administrativa de ver que cien detalles sean completados.&nbsp; Ni nos damos cuenta de muchas de esas cosas.&nbsp; También está el llamado de escuchar y predicar los mensajes de Dios semana tras semana.&nbsp; Nunca pienses que estos mensajes vienen fácilmente para el pastor.&nbsp; Si son consistentemente bíblicos, requieren mucho trabajo fuerte.&nbsp; Muchas lágrimas son derramadas en el estudio de los sermones del pastor que no vienen simplemente.&nbsp; Si nosotros nos sentimos secos espiritualmente quizás no vayamos a la iglesia o vayamos por una renovación, pero ¿a dónde puede ir el pastor? <br><br> Después, hay la preocupación de querer que su iglesia actúe más como Jesús y que sean la luz del mundo. Pablo dijo a los gálatas (4:19), "Hijos míos, por quienes de nuevo sufro dolores de parto hasta que Cristo sea formado en vosotros." Nada pesa más en el corazón del pastor que cuando su iglesia no crece en fe, amor y rectitud. <br><br> Ustedes pueden hacer listas más largas de las presiones del pastor, pero ahora consideremos cómo podemos ministrar a nuestro pastor. <br><br> La mejor manera de sobrellevar las preocupaciones de nuestro pastor es siendo un Cristiano.&nbsp; Pablo dice en Filipenses 2:2-3, "haced completo mi gozo, siendo del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito. Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a mismo."&nbsp; En otra palabras, nada podrá refrescar a nuestro pastor como una congregación que es humilde, amable, que se parece a Cristo.&nbsp; Pablo dijo a la iglesia Romana, "Porque anhelo veros para . . . [que] nos confortemos mutuamente, cada uno por la fe del otro, tanto la vuestra como la mía.” (1:11-12). Nuestra fe es una fuente de gran ánimo para nuestro pastor. Entonces seamos una iglesia de creyentes. <br><br> Aparte de eso, tengo tres sugerencias específicas de cosas que podemos hacer para ayudar a nuestro pastor y aumentar los frutos de su ministerio. <br><br> &nbsp;&nbsp; 1. Orar por él cada día. Escríbelo para no olvidarte. Y no sólo digas, "Señor bendice al pastor.” Se específico. Ora por su salud, sus mensajes, su familia, sus visitas, sus defectos y debilidades. Ponte en su lugar y trata de sentir con él mientras oras. <br> &nbsp;&nbsp; 2. Segundo, haz todo lo posible para dicirle unas palabras de ánimo. Escríbele una nota en la tarjeta de registración, manda una carta a su casa de vez en cuando; llámale por teléfono. Habla con él a solas alguna vez, mírale directamente a la cara y dile, "Aprecio tu trabajo, pastor, y estoy orando por ti a diario." No te conformes con saludos después del servicio de Domingo. <br> &nbsp;&nbsp; 3. Tercero, amonéstalo con un espíritu de perdón. Nunca he hablado con alguien que esté completamente satisfecho con su pastor. Hay un simple razón: Todo hombre es imperfecto. Parece que algunas personas nunca comprenden eso y van de iglesia en iglesia en búsqueda del pastor perfecto. Eso es imposible. Es mucho más importante encontar una iglesia donde puedes sentirte en casa y considerar tu responsabilidad de toda la vida el ayudar al crecimiento de tu pastor. Todos desean cambiar algo de su pastor, pero, ¿cuántos de nosotros nos hemos dedicado a orar seriamente sobre eso? Y, ¿cuántos se han sentado con él y con un espíritu humilde y de perdón lo han amonestado para que cambie? Si lo amamos lo vamos a hacer ... y no da tanto miedo hablar con él. <br><br> Esas son unas de las maneras de ministrar a tu pastor. Puedes pensar en otras. <br><br> La última pregunta que hice fue, ¿Qué podemos esperar como el resultado de nuestro ministerio? Podemos esperar un pastor que esta refrescado, lleno de esperanza y listo para trabajar. Así nuestro ministerio regresará a nosotros como un bumerán y creará gente que está refrescada, llena de esperanza y lista para trabajar. Entonces el mundo sabrá que Cristo es real y está trabajando en nosotros.
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''Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo.&nbsp; Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones''<span style="font-style: italic;">, rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de dios, un prósperoviaje para ir a vosotros.&nbsp; Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seaís confirmados; esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí.</span>  
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Quiero hablar de nuestra responsibilidad de ministrar a nuestro pastor.&nbsp; Hemos escuchado muchas veses que todos Cristianos son ministros, de acuerdo con Efesios 4:12.&nbsp; Estresamos en las clases de la Escuela Dominical&nbsp; la necesidad para orar por cada uno de nosotros y animarnos en la fe, pero pienso que a veses nos olvidamos que nuestro pastor en parte de nosotros.&nbsp; Entonces quiero recordarte porque necesitamos ministrar a nuestro pastor, como podemos hacerlo mejor, y que podemos esperar como resultas.  
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Primeramente, ¿porque debemos de ministrar a nuestro pastor? El razon es que el es humano y creyente como nostros.&nbsp; Como un hombre, el es sensible a los tentaciónes asi como nosotros.&nbsp; Fe no es automático solo porque el es el pastor.&nbsp; No es mas facíl por el para ser una persona cariñoso, optimista mas que nosotros.&nbsp; Sus recursos en la batalla de fe no son mejores que nosotros.&nbsp; El es parte de nosotros.  
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Mas que eso, los preocupaciónes especial de su llamada exige nuestro ministerio de fielidad hacia a el; por ejemplo, el preocupación administrativa de ver que cienes de detalles son completados.&nbsp; Ni nos damos cuenta de muchas cosas.&nbsp; Despues esta el llamado de escuchar y predicar el mensaje de Dios semana tras semana.&nbsp; Ni piensas que estas mensajes son faciles por el pastor.&nbsp; Sí la mayoria son bíblico , requieren mucho trabajo.&nbsp; Muchas lagrímas son derramado sobre el estudio de los sermones del pastor que no vienen facilmente.&nbsp; nosotros sentimos secos espiritualmente quizás no nos vamos a la iglesia or nos vamos para renovarnos, pero ¿adonde puede ir el pastor?  
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Despúes hay la preocupación de querer que su iglesia actuan mas como Jesús y de ser el luz del mundo. Pablo dijo a los gálatas (4:19), "¡por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros!" No hay otra pesadilla mas en el corazon del pastor que se compara cuando su iglesia no crese en fe, amor o rectitud.  
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Ustedes pueden hacer listas del los pressiónes del pastor, pero ahora consideramos como podemos ministrar a nuestro pastor.  
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Lo mejor manera para cargar los preocupaciónes de nuestro pastor es de ser un Cristiano.&nbsp; Pablo dice en Filipenses 2:2-3, "Completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.&nbsp; Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo."&nbsp; En otra palabras, nada podra refresar nuestro pastor como un congregación que es humilde, amable, y como Cristo.&nbsp; Pablo dijo a la iglesia Romano, "Porque deseo veros para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros" (1:11-12). Nuestra fe es un animo grande para nuestro pastor. Entonces hacemos una iglesia de creyentes.  
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Aun así, tengo tres sugerencias que podemos hacer para ayudar a nuestro pastor y aumentar los frutos de su ministerio.  
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#Oramos por el diario. Escribalo asi no te lo olvides. Y no solo digas, "Señor bendice al pastor.” sea especifico. Ora por su sanidad, su mensaje, su visitación, su errores y debilidades. Ahora ponte en su lugar y tratar de sentir a el mientras que estas orando.  
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#Segundo, haz todo lo posible para dicirle unas palabras de animo. Escriba una nota en la carta de registración, manda una tarjeta a su casa de ves en cuando; hablale por telefono. Habla con el a solos, miralo en su cara y dile, "Aprecio su trabajo, pastor, y estoy orando por ti diario."No estes contento con solo hablarle despues del servicio de Domingo.  
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#Tercera, hablale en un espiritu de perdonar. Nunca he hablado con alguien que esta completamente satisfecho con su pastor. Hay un simple razon: Todo hombre es imperfecto. Algunas personas nunca comprenden eso y van de iglesia a iglesia en busqueda del pastor perfecto. Eso es imposible. Es mucho mas importante de encontar una iglesia que puedes sentir en casa y considerarte tu responsabilidad para ayudar al crecemiento de su pastor. Todos nosotros deseamos cambiar algo de su pastor, pero cuantos de nosotros hemos orado sobre esta cosa? Y cuantos han sentado con el y con un espiritu humilde y perdonado han hecho el petición de cambio? Sí deveras amamos a el lo hacemos ... y no es tan dificil de hablar con el.
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Esos son unas maneras en como podemos ministrar a su pastor. Ahora piensa en otras.  
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El ultimo pregunta que hice, que podemos esperar como el resultado de nuestro ministerio? Podemos esperar un pastor que esta refrescado, optimista y listo para trabajar. Aun asi nuestro ministerio regresera a nosotros y creara gente que estan refrescado, optimista y listo para trabajar. Entonces el mundo sabra que Cristo es real y esta trabajando en nosotros.
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Current revision as of 14:27, 25 September 2009

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The Bible Friend (Vol. 75, No. 8), Minneapolis, MN

Empezamos con un pasaje de Escritura de Romanos 1:8-12. Pablo le dice a la iglesia:

En primer lugar, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos vosotros, porque por todo el mundo se habla de vuestra fe. Pues Dios, a quien sirvo en mi espíritu en la predicación del evangelio de su Hijo, me es testigo de cómo sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones, implorando que ahora, al fin, por la voluntad de Dios, logre ir a vosotros. Porque anhelo veros para impartiros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados; es decir, para que cuando esté entre vosotros nos confortemos mutuamente, cada uno por la fe del otro, tanto la vuestra como la mía.

Quiero hablar de nuestra responsibilidad de ministrar a nuestro pastor.  Hemos escuchado muchas veces que todos los cristianos son ministros, de acuerdo con Efesios 4:12.  Enfatizamos en las clases de Escuela Dominical la necesidad de orar el uno por el otro  y animarse en la fe, pero pienso que a veces nos olvidamos que nuestro pastor es uno de nosotros.  Entonces quiero recordar la razón por la que necesitamos ministrar a nuestro pastor, cómo podemos hacerlo mejor, y qué podemos esperar como resultado.

Primeramente, ¿por qué debemos ministrar a nuestro pastor? La razón es que él es humano y un amigo creyente como nosotros.  Como hombre, él es sensible a las tentaciones así como nosotros.  La fe no es automática para él solo porque es el pastor.  No es más fácil para él ser una persona cariñosa, esperanzada de lo que es para nosotros.  Sus recursos en la batalla de fe no son mejores que los nuestros.  Él es uno de nosotros.

Más que eso, las cargas únicas de su llamado demandan nuestra fiel ministración hacia él; por ejemplo, la preocupación administrativa de ver que cien detalles sean completados.  Ni nos damos cuenta de muchas de esas cosas.  También está el llamado de escuchar y predicar los mensajes de Dios semana tras semana.  Nunca pienses que estos mensajes vienen fácilmente para el pastor.  Si son consistentemente bíblicos, requieren mucho trabajo fuerte.  Muchas lágrimas son derramadas en el estudio de los sermones del pastor que no vienen simplemente.  Si nosotros nos sentimos secos espiritualmente quizás no vayamos a la iglesia o vayamos por una renovación, pero ¿a dónde puede ir el pastor?

Después, hay la preocupación de querer que su iglesia actúe más como Jesús y que sean la luz del mundo. Pablo dijo a los gálatas (4:19), "Hijos míos, por quienes de nuevo sufro dolores de parto hasta que Cristo sea formado en vosotros." Nada pesa más en el corazón del pastor que cuando su iglesia no crece en fe, amor y rectitud.

Ustedes pueden hacer listas más largas de las presiones del pastor, pero ahora consideremos cómo podemos ministrar a nuestro pastor.

La mejor manera de sobrellevar las preocupaciones de nuestro pastor es siendo un Cristiano.  Pablo dice en Filipenses 2:2-3, "haced completo mi gozo, siendo del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito. Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo."  En otra palabras, nada podrá refrescar a nuestro pastor como una congregación que es humilde, amable, que se parece a Cristo.  Pablo dijo a la iglesia Romana, "Porque anhelo veros para . . . [que] nos confortemos mutuamente, cada uno por la fe del otro, tanto la vuestra como la mía.” (1:11-12). Nuestra fe es una fuente de gran ánimo para nuestro pastor. Entonces seamos una iglesia de creyentes.

Aparte de eso, tengo tres sugerencias específicas de cosas que podemos hacer para ayudar a nuestro pastor y aumentar los frutos de su ministerio.

   1. Orar por él cada día. Escríbelo para no olvidarte. Y no sólo digas, "Señor bendice al pastor.” Se específico. Ora por su salud, sus mensajes, su familia, sus visitas, sus defectos y debilidades. Ponte en su lugar y trata de sentir con él mientras oras.
   2. Segundo, haz todo lo posible para dicirle unas palabras de ánimo. Escríbele una nota en la tarjeta de registración, manda una carta a su casa de vez en cuando; llámale por teléfono. Habla con él a solas alguna vez, mírale directamente a la cara y dile, "Aprecio tu trabajo, pastor, y estoy orando por ti a diario." No te conformes con saludos después del servicio de Domingo.
   3. Tercero, amonéstalo con un espíritu de perdón. Nunca he hablado con alguien que esté completamente satisfecho con su pastor. Hay un simple razón: Todo hombre es imperfecto. Parece que algunas personas nunca comprenden eso y van de iglesia en iglesia en búsqueda del pastor perfecto. Eso es imposible. Es mucho más importante encontar una iglesia donde puedes sentirte en casa y considerar tu responsabilidad de toda la vida el ayudar al crecimiento de tu pastor. Todos desean cambiar algo de su pastor, pero, ¿cuántos de nosotros nos hemos dedicado a orar seriamente sobre eso? Y, ¿cuántos se han sentado con él y con un espíritu humilde y de perdón lo han amonestado para que cambie? Si lo amamos lo vamos a hacer ... y no da tanto miedo hablar con él.

Esas son unas de las maneras de ministrar a tu pastor. Puedes pensar en otras.

La última pregunta que hice fue, ¿Qué podemos esperar como el resultado de nuestro ministerio? Podemos esperar un pastor que esta refrescado, lleno de esperanza y listo para trabajar. Así nuestro ministerio regresará a nosotros como un bumerán y creará gente que está refrescada, llena de esperanza y lista para trabajar. Entonces el mundo sabrá que Cristo es real y está trabajando en nosotros.

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