Natural People and Spiritual People/es
From Gospel Translations
1 Corintios 2: 14-16
Resumen de la carta hasta aquí
Trataré de resumir lo que hemos visto hasta ahora en esta carta así como ubicar el texto de hoy con relación al que se ha tratado antes.
Para "Aquellos santificados en Cristo Jesús"
En 1:2 Pablo considera a la Iglesia como "aquellos santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos." Él lo hace a pesar de que sabe que hay creyentes que no son genuinos mezclados con los verdaderos creyentes de esta iglesia (11:19—"Debe haber grupos genuinos entre los cuales usted pueda ser reconocido." 2 Corintias 13:5— "Ustedes deben autoevaluarse para ver si pertenecen a la fe.") Él les da el beneficio de la duda y en el juicio de la caridad le habla a toda la iglesia como a los que se han llamado. Una apertura humilde y esperanzadora En 1:8 él dice que una de las señales del llamado es que ellos se sostendrán hasta el final—es decir, perseverarán en la fe porque Dios es fiel a su llamado. Aquellos a los que él llama, los llenará de gloria! Versículo 8: "Él lo sostendrá [confirmará] a usted hasta el final, inocentes en el día de nuestro Señor Jesucristo. (9) Dios es fiel, por medio de quien usted fue llamado a ser parte de la compañía de su hijo Jesucristo, nuestro Señor." De tal forma que él empieza esta carta con una nota esperanzadora y humilde: Dios es el único que le ha llamado a ser parte de la compañía de su hijo, y Dios es el único que le confirmará a usted en dicha relación y le mantendrá allí. Es humilde porque Dios es el único que nos llevó hacia Cristo y es esperanzador porque Dios es fiel para mantenernos allí.
Deseo de vencer la arrogancia Cuando vimos en 1:10–17 que había ciertas divisiones y petulancias en Corintios y que las personas estaban detrás de su maestro favorito y presumiendo (v. 12), "'Yo pertenezco a Pablo,' o 'Yo pertenezco a Apolo' o 'Yo pertenezco a Cephas.'" Por lo tanto todo lo que Pablo dice en el resto de los primeros cuatro capítulos está relacionado con la forma de vencer la arrogancia. Esta es una tendencia de los hombres. Pablo principalmente centra su atención en la cruz: Versículo 13: "¿Pablo fue crucificado por usted?" (¡Entonces no haga alarde de mí!) Versículo 17: "Cristo no me envió para bautizar sino para predicar el evangelio sin elocuente sabiduría por temor a que la cruz de Cristo quedara vacía de su poder." (No haga alarde del intelecto o la oratoria de un hombre; busque la cruz en su predicación y en su vida.) Versículo 18: "La palabra de la cruz es falsa para aquellos que están pereciendo, pero no para nosotros que estamos siendo salvados es el poder de Dios." Y casi lo mismo, versículo 23: "Nosotros predicamos a Cristo crucificado, Un obstáculo para los Judíos y un disparate para los Gentiles, pero para los que son llamados, tanto los Judíos como los griegos, Cristo el poder de Dios y la sabiduría de Dios." (No haga alarde de lo que se exalta entre los hombres. El poder y sabiduría de Dios han venido en una forma que hace que los hombres hagan alarde hasta el final.)
Así el concluye en el versículo 29: "de tal forma que ningún ser humano puede hacer alarde en presencia de Dios." y nuevamente en el versículo 31: "Deje que él haga alarde en el Señor." Ese es el objetivo de los primeros capítulos de este libro.
La Cruz como un lugar presente de ejecución
Pero él no está terminado. En 2:1–5 he él toma el mismo tema del versículo 17—su predicación no está expresada "con palabras nobles de sabiduría" (v. 1). Él vino "con debilidad, miedo y estremecimiento" (v. 3). Y nuevamente el convirtió a la cruz en la base de esta clase de ministerio: "Porque he decidido no saber nada entre ustedes excepto Jesucristo crucificado".
Pablo quería que su propia vida fuese una ilustración de lo que los Corintios querían aprender. Ellos estaban haciendo alarde y llenándose de orgullo mutuamente. Ellos no se habían dado cuenta que la cruz no es un lugar pasado de sustitución sino un lugar presente de ejecución—por el orgullo y jactancia de ellos.
Corrección de una falsa impresión
Ahora ¿cuál camino tomaría Pablo en 2:6? Vimos el domingo pasado en la noche que lo que él hace es corregir una posible falsa impresión. Al menos, siete ves hasta ahora, Pablo ha acometido con "sabiduría." 1:17—"Cristo no me ha enviado para predicar con sabiduría elocuente." 1:20—"¿Dónde está el hombre sabio?" 1:21—"El mundo no conoció a Dios a través de la sabiduría". 1:22—"Los Judíos exigen señales, los griegos buscan la sabiduría, pero. . . " 1:26—"No muchos de ustedes eran sabios. . . (v. 27) Dios escogió a los tontos del mundo para humillar a los sabios." 2:1—"No he proclamado a ustedes el testimonio de Dios con palabras sublimes de sabiduría" 2:4—"Mis palabras no eran palabras plausibles de sabiduría."
La falsa impresión que usted obtiene aquí es que no hay lugar para la sabiduría en la Fe Cristiana. Pero Pablo corrige esa impresión en lo siguiente, pero lo hace de una forma que no toma ninguna de las palabras humildes que ha pronunciado hasta ahora. Su propósito es mantener todavía contra cualquier indicio de jactancia del hombre.
"Deje que el haga alarde en el Señor" todavía es el lema de estos capítulos.
La sabiduría que Pablo imparte
Él dice en el versículo 6: "Aunque en la madurez no impartimos sabiduría, aunque no es una sabiduría de su época." Y dice en el versículo 7 que él imparte "una sabiduría secreta y oculta de Dios." Y en el versículo 13 dice: "Impartimos esto con palabras que no han sido enseñadas por el ser humano sino por el Espíritu." De esta forma distingue la sabiduría que él enseña de la "sabiduría de su época" (v. 6) o "la sabiduría humana" (v. 13). Él llama la sabiduría que imparte (v. 7) la "sabiduría de Dios." En el versículo 7, él dice que esta sabiduría tiene que ver con "lo que Dios estipuló antes de las épocas de nuestra gloria." Y en el versículo él dice que "nadie ha visto, ni oído ni el corazón del hombre concebido lo que Dios tiene preparado para los que lo aman." En otras palabras, esta sabiduría no proviene del hombre. Nadie podría incluso encontrarla solamente con la capacidad intelectual del ser humano. Proviene de Dios y debe revelarse.
Eso es lo que el versículo 10 dice: "Dios nos ha revelado [esto] a través del Espíritu." De tal forma que no hay fundamentos para hacer alarde de esta sabiduría. ¡Este es un regalo! Mire 4:7b: "¿Qué tienes que no hayas recibido? Si lo ha recibido, ¿por qué hace alarde como si no fuese un regalo?" Existe la sabiduría cristiana. Esta es la verdadera sabiduría de Dios. Este es un regalo del Espíritu a través de la revelación. Y por ende no se puede pregonar como si alguna inteligencia superior lo descifrara.
Unión de las dos definiciones de sabiduría de Pablo
¿Qué significa sabiduría? Hemos visto dos definiciones. Ahora necesitamos unirlas. En las semanas anteriores, hemos visto las definiciones dadas en 1:23–24: "En frente de la sabiduría del mundo que sirve para provocar la petulancia, él dice: "Pregonamos a Cristo crucificado, un obstáculo para los Judíos y una estupidez para los Gentiles, pero para los llamados, tanto judíos como griegos, el poder de Dios y la sabiduría de Dios." ¿Por lo tanto, ¿Qué es la sabiduría de Dios? Cristo crucificado y la predicación de Cristo crucificado.
La otra definición de la sabiduría de Dios se da en 2:7–9. Versículo 7: Dios estipuló esta sabiduría para nuestra glorificación. Y el versículo 9 dice que es algo que nadie ha visto ni oído ni ningún hombre ha soñado, es decir, lo que Dios ha preparado para los que lo aman. Por ende en los dos versículos 7 y 9, la sabiduría de Dios es la revelación de lo que está guardado para los creyentes en la era que está por venir—¡algo inimaginablemente grandioso!
Ahora, ¿cómo se relacionan estos dos aspectos de la sabiduría de Dios—la predicación de Cristo crucificado y la esperanza de la gloria inimaginable? El versículo 8 nos da la clave: "Ninguno de los gobernantes de esta época entendió esto [la sabiduría de Dios]; porque si lo hubiesen hecho, no habrían crucificado al Señor de la gloria."
La cruz como el camino hacia la gloria
Aquí se unen las dos cosas: La crucifixión y el Señor de la gloria. Lo que los gobernantes de esta época no pudieron ni pueden ver es que el camino hacia la gloria es a través de la cruz. Esta es la sabiduría de Dios que representa una tontería para los hombres—la herencia de un glorioso futuro inimaginable en presencia de Dios, obtenido por un maestro judío con una fe sin orgullo, despreciado, débil y humillado quien fue el verdadero Señor de la gloria. La razón (v. 7) por la cual Pablo llama a esta sabiduría de Dios una sabiduría "secreta y oculta" es que la relación entre la época de gloria y la ejecución humillante del Mesías no se reveló completamente hasta que Cristo y sus apósteles empezaron a revelarla. Pero ahora se revela a través de la orientación del Espíritu Santo hacia los apósteles y ellos la están impartiendo (v. 13) a otros—a nosotros. Eso nos trae al texto de hoy, versículos 14–16.
Descomposición del último fundamento de la ostentación
Pablo lo ha resaltado en los versículos 9–13 que la sabiduría de Dios es un regalo del Espíritu Santo y no un producto de la mente humana. En otras palabras, dependemos del Espíritu Santo y no debemos hacer alarde del hombre—ni de Pablo, los apóstoles ni de Cephas. ¿Pero alguien no podría hacer alarde de la capacidad de entender o recibir esta sabiduría?
Muchas personas quieren hablar de la salvación, revelación o sabiduría como un regalo de Dios y darle a él el crédito por ello. Pero cuando se trata de recibir la salvación, revelación o sabiduría, ellos se dan crédito a sí mismos. Y por lo tanto se retiene un fundamento para la ostentación. Pero como he meditado en los versículos 14–16, no puedo escapar de la impresión de que la razón por la cual se escribieron estos versículos fue para abolir ese último refugio de confianza en sí mismos. La sabiduría de Dios no solamente es un regalo porque proviene a través de la revelación (ese es el punto de los versículos 9–13a); es también un regalo debido a la capacidad para reconocerla como sabiduría y recibirla como trabajo del Espíritu Santo.
Interpretación de las verdades espirituales para las personas espirituales
Pablo termina el versículo 13 diciendo que él interpreta las verdades espirituales (lo cual interpreto como "la sabiduría de Dios," la revelación que él ha recibido del Espíritu Santo—razón por la cual se le llama espiritual)—él interpreta las verdades espirituales para "aquellos que tienen el Espíritu" o literalmente para las "personas espirituales." Son las mismas palabras usadas al principio del versículo 15, "el hombre espiritual." En otras palabras la última parte del versículo 13 parece decir que solamente las personas que quieren y están preparadas para recibir lo que Pablo tiene para enseñar, son las personas espirituales, es decir, las personas que tienen al Espíritu Santo. Los versículos 14–16 se escribieron para confirmar y explicar eso.
Interpretando el significado de 2 Corintios 2:14–16 Permítame tomas estas frases una como una sola y explicar sus significados:
"El hombre que no es espiritual no recibe los regalos del espíritu de Dios" El hombre no espiritual es el hombre natural, el hombre que es solamente humano, quien no posee al Espíritu Santo. Él no recibe las cosas del Espíritu, es decir, no quiere aprobar ni recibir la sabiduría de Dios revelada por el Espíritu. ¿Por qué? El versículo continúa explicando: "Porque ellos son insensatos con él." En 1:18 se hace mención a: "La palabra de la cruz es absurda para los que están padeciendo". Y el versículo 23: "Nosotros predicamos a Cristo crucificado, un obstáculo para los Judíos y estupidez para los Gentiles." Pablo nunca ha ignorado su principal preocupación: La oposición del orgullo del corazón humano hacia las palabras de la cruz. Por naturaleza (como las personas naturales, sin el Espíritu Santo) consideramos que predicar a cristo crucificado es absurdo. Esto prueba la existencia en nosotros de una gran esclavitud, como lo corrobora el versículo 14 al decir: "y él no está en capacidad de entenderlos, porque ellos están espiritualmente discriminados". Note el cambio entre "él no " los recibe y "él no puede" entenderlos. Esto es lo que quiero decir con esclavitud. Además del Espíritu Santo, nuestro carácter moral es muy orgulloso y maligno y rebelde hacia la palabra humillante de la cruz que no solamente NO la recibimos sino que NO PODEMOS, por lo tanto, asimilamos su significado y esencia propia. Somos esclavos de los impulsos irracionales del orgullo y el resultado es la ceguera ante la verdad y la belleza de la cruz.
Y la ceguera es censurable. Es una ceguera culpable. El NO PUEDO de este versículo no elimina la responsabilidad moral. El hombre natural es responsable de recibir y confiar en la palabra de la cruz, porque lo único que le hace regresar es su censura inclinada hacia el orgullo. Y el orgullo no elimina la responsabilidad.
Cuando dice al final del versículo 14 que las cosas del Espíritu de Dios están espiritualmente discriminadas, significa que un hombre natural necesita el trabajo del Espíritu santo en su corazón para liberarlo de su orgullo irracional y para que adquiera la sabiduría y el poder de la cruz de Cristo. Sin el Espíritu, nos volvemos rebeldes contra la cruz y contra el Señor de gloria que no podemos reconocer la verdad y la belleza de Cristo crucificado.
Diferencia entre el hombre natural y espiritual
Ese es el problema del hombre natural. Ahora ¿cuál es la diferencia entre el hombre natural y espiritual? Miremos 1:23–24. Sin usar las palabras "natural" y "espiritual," Pablo dice que la diferencia del hombre natural y espiritual en cuanto a la respuesta al evangelio es: "Nosotros predicamos a Cristo crucificado, un obstáculo para los Judíos y un disparate para los Gentiles [esa es la respuesta del hombre natural], pero para los que son llamados, tanto los judíos como los griegos, Cristo el poder de Dios y la sabiduría de Dios [esa es la respuesta del hombre espiritual]." ¿Pero cuál es la diferencia entre estas dos personas? ¿Por qué una rechaza y la otra acepta al evangelio? Respuesta: Uno es llamado.
De tal forma que al unir los dos versículos 2:14–16, podemos afirmar que la diferencia entre los que reciben las cosas del Espíritu y los que no es que uno es llamado y por lo tanto es espiritual y el otro no y por ende natural. Y puedo inferir de esto que el llamado de Dios es el acto por el cual el Espíritu entra en nuestra vida para eliminar la rebeldía y el orgullo que nos impide ver la verdad y la belleza de Cristo.
La vida del hombre espiritual Los versículos 15–16 describen lo que hace una persona que ha sido llamada y se convierte en espiritual por medio de la invasión del Espíritu en sus vidas. Permítame expresarlo de otra forma para encontrar el significado rápidamente:
El hombre espiritual, la persona cambiada por el Espíritu y llamada en comunión con Cristo, juzga todas las cosas, es decir, aprueba (no solamente juzga) todas las cosas del Espíritu que los apóstoles le enseñan o que ha leído en sus escritos. Pero él mismo es juzgado por uno, es decir el hombre natural aprueba la fe y la vida del hombre espiritual. Así como la cruz y la gloria de Cristo es algo estúpido para los hombres naturales, aquellos que aman estas cosas también son estúpidos. Y por lo tanto los hombres espirituales son juzgados equivocadamente por el mundo.
¿Pero quién ha conocido la mente del Señor para instruirlo? Es decir, ningún hombre natural, a excepción del Espíritu Santo tiene acceso a la mente de Dios. Versículo 11b: "Solamente el Espíritu de Dios puede comprender los pensamientos de Dios." No obstante, debido a que se nos ha entregado el Espíritu y nuestra rebelión de orgullo se ha transformado en sumisión aceptada, anhelamos la gloria inimaginable de Dios y vemos la cruz como la sabiduría auténtica del poder de Dios. Es decir que tenemos la mente de Cristo.
Como debemos responder
¿Ahora que debemos hacer ante esta verdad?
Si usted es uno de los que ven en cristo y oyen la palabra de la cruz la belleza y sabiduría del poder de Dios y se entrega de lleno por la esperanza, vida y alegría, entonces el punto del texto para usted es aumentar su confianza en él—para que le recuerde que su voluntad para recibir las cosas del Espíritu es como un regalo de Dios. Fue él quien eliminó su rebelión y doblegó al orgullo para liberarlo y permitirle ver la gloria de la cruz.
Pero si usted está entre los que no han tomado la cruz como la verdadera sabiduría de Dios y quienes no aceptan las cosas del Espíritu en sus vidas, entonces usted necesita una advertencia e invitación urgente:
Considere esta mañana la condición desesperanzadora sin Cristo; Considere lo perfectamente conveniente que es el evangelio para sus necesidades, El Señor de gloria muriendo por los pecadores, considere que tan peligroso es estar atrapado por el orgullo, considere el futuro glorioso inimaginable que Dios tiene preparado para los que lo aman, abandone el orgullo, deseche los fundamentos de la auto-exaltación, Busque a Cristo, crea en él y será salvado.