Adam, Christ, and Justification, Part 3/es

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Romanos 5:12-21
 Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por un hombre, y la muerte por el pecado, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron; 13 pues antes de la ley había pecado en el mundo, pero el pecado no se imputa cuando no hay ley. 14 Sin embargo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, aun sobre los que no habían pecado con una transgresión semejante a la de Adán, el cual es figura del que había de venir. 15 Pero no sucede con la dádiva como con la transgresión. Porque si por la transgresión de uno murieron los muchos, mucho más, la gracia de Dios y el don por la gracia de un hombre, Jesucristo, abundaron para los muchos. 16 Tampoco sucede con el don como con lo que vino por medio de aquel que pecó; porque ciertamente el juicio surgió a causa de una transgresión, resultando en condenación; pero la dádiva surgió a causa de muchas transgresiones resultando en justificación. 17 Porque si por la transgresión de uno, por éste reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por medio de uno, Jesucristo.

Cristo Es Como Adán

La semana pasada terminamos con las últimas palabras del verso 14: “Adán, el cual es figura del que había de venir”. Es decir, Adán, el primer hombre, es tipo, figura, o vislumbre de Cristo, quien vendría mucho tiempo después en la historia. Nos preguntábamos: ¿Por qué insertó Pablo esas palabras en ese preciso momento? ¿Por qué dijo que Adán es figura de Cristo justamente después de haber dicho que: “la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, aun sobre los que no habían pecado con una transgresión semejante a la de Adán”? Es decir, justamente después de haber dicho que los pecados individuales de los descendientes de Adán no eran la razón que les ocasionó la muerte; sino su propia unión con Adán en su pecado ¿Por qué decir justo en ese momento que Adán es figura de Cristo? Y yo respondí: Porque este es precisamente el mensaje que Pablo quiere transmitir acerca de Cristo y la manera en que somos justificados en él. Así como aquellos que están en Adán mueren porque el pecado de Adán les es imputado, así también aquellos que están en Cristo viven gracias a la justicia de Cristo que les es imputada. Tal como el pecado individual de los que están en Adán no es la razón fundamental de su condenación, así tampoco la bondad individual es la razón fundamental de la justificación de aquellos que están en Cristo. La intención por la que Pablo dice, justo en este momento, que Adán es figura de Cristo es señalar que la justificación viene a nosotros no sobre la base de nuestra obediencia, sino sobre la base de la obediencia de Cristo y nuestra unión a él; solo por fe.

Cristo No Es Como Adán

Fue aquí donde terminamos la semana pasada en nuestro estudio del texto. Hoy nos ocuparemos de los versos 15-17 ¿Por qué en estos tres versos? Porque forman una unidad muy distintiva con un propósito muy distinto. Ustedes pueden ver el propósito en las primeras palabras del verso 15 y en las primeras palabras del verso 16. Él había acabado de decir al final del verso 14 que Adán es figura o tipo de Cristo. Pero ahora dice en el verso 15: “Pero no sucede con la dádiva como con la transgresión”, y luego en el verso 16: “Tampoco sucede con el don como con lo que vino por medio de aquel que pecó”. Fíjese en las frases: “no sucede” y “tampoco sucede.”

La intención en los versos 15-17 es mostrar cómo Cristo es diferente a Adán. Sí, hay una similitud y una correspondencia, pero perderíamos enteramente el mensaje si no nos damos cuenta de que la similitud y la correspondencia tienen la intención de enfatizar la diferencia y superioridad de Cristo y su obra. La intención no es simplemente mostrar que Adán, el pecado, la condenación, y la muerte son diferentes a Cristo, la justicia, la justificación, y la vida. Esto es tan obvio, que ustedes no necesitan tres versículos que les digan que la justicia no es pecado y la justificación no es condenación y que la vida no es muerte.

Más bien, aquí está el mensaje. Alguien pudiera decir que:

"Adán/ pecado/ condenación/ muerte = -10" Y que: "Cristo/ justicia/ justificación/ vida= +10 (la contrapartida positiva)"

Lo que dejaría en claro que se ambos se corresponden, pero son diferentes. Pero eso no es lo que Pablo está diciendo aquí. Él está diciendo que sí, hay una correspondencia, pero el lado positivo es mucho más que un opuesto equitativo del lado negativo. No solo equilibra la suma (Cristo/justicia/justificación/vida – Adán/ pecado/ condenación/ muerte = 0), dejándola en cero por así decirlo. Cristo y su justicia y su justificación y su vida, son mucho más que Adán y su pecado, condenación y muerte. No son un diez positivo (+10) sino un diez mil positivo (+10 000).

Usted lo verá perfectamente cuando analicemos cada verso y preguntemos: ¿Cómo son Jesús y su obra diferentes a Adán y su obra? ¿Cómo es Cristo mucho mayor?

Comencemos, por tanto, con el verso 15: “Pero [¡fíjese en esto! Sí, Adán es tipo de Cristo, pero] no sucede con la dádiva [¿qué es la dádiva? Vea el verso 17, casi al final: “el don de la justicia”] como con la transgresión [se refiere a la trasgresión de Adán]. Porque si por la transgresión de uno murieron los muchos, mucho más, la gracia de Dios y el don por la gracia de un hombre, Jesucristo, abundaron para los muchos.”

Quiero hacer un señalamiento menos importante y otro más importante en cada uno de estos tres versos (15-17). El señalamiento menos importante aquí es este: Fíjese en las palabras “de uno” y “los muchos”. Verso 15b: “Porque si por la transgresión de uno murieron los muchos, mucho más, la gracia de Dios y el don por la gracia de un hombre, Jesucristo, abundaron para los muchos”. Este es el verdadero paralelo enfatizado en este pasaje. Muchos están en Adán y muchos mueren debido a la trasgresión de un hombre. Muchos están en Cristo y pudieran experimentar gracia por la gracia de un hombre. El señalamiento menos importante es que ‘el juicio vino a causa de un hombre; y la salvación viene a causa de un hombre’. Hubo un camino para que todos los hombres cayeran –en Adán. Hay un camino en que todos son salvos –en Cristo. Lo que Pablo quiere que veamos y disfrutemos es la singularidad de Cristo, su gracia, y su justicia. Vea la exclusividad, singularidad y grandeza de Cristo en este texto y adórele, ámele, y confíe en él.

Mucho Más

Ahora, para el señalamiento más importante del verso 15 ¿Cuál es el contraste que Pablo quiere que veamos? ¿Qué hay en el verso 15 que no sea una analogía entre Adán y Cristo?

El verso 15 comienza diciendo: “Pero no sucede con la dádiva como con la transgresión”. Sin embargo, esto parece ser demasiado obvio para ser repetido. La dádiva se refiere al don de la justicia (según el verso 17), y, obviamente, el don de la justicia no es semejante a la trasgresión. La justicia y la trasgresión son antónimos ¿Es eso todo lo que Pablo quiere decir? No lo creo. Lo que quiere decir es que cuando la trasgresión y la justicia son comparadas, la justicia –la gracia que la otorga- es mucho más segura y mucho más preeminente que la trasgresión.

Usted puede verlo en la próxima mitad del verso 15 que comienza con un “Porque”. “Porque si por la transgresión de uno murieron los muchos, mucho más [¡fíjese en esta frase crucial!], la gracia de Dios y el don por la gracia de un hombre, Jesucristo, abundaron para los muchos”. Por tanto, dado que esta frase existe, puedo parafrasear el verso 15a de esta manera: ‘Pero no debiéramos decir solamente: «según la trasgresión de uno, así también es el don del otro». No, no, debiéramos decir: «Según la trasgresión de uno, mucha más gracia y don tenemos del otro».’

¿Qué significa “mucho más”? ‘si [...] murieron los muchos [...] mucho más, la gracia [...abunda...] para muchos’. Miren al verso 10 para ver la respuesta. Verso 10: “Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por su vida”. “Mucho más” en la mente de Pablo “mucho más” significa seguridad, no cantidad. “Mucho más [ciertamente], habiendo sido reconciliados, seremos salvos”.

El Propósito Supremo – La Alabanza De La Gloria De La Gracia De Dios

Así lo dice aquí en el verso 15: “Porque si por la transgresión de uno murieron los muchos, mucho más [ciertamente], la gracia de Dios y el don por la gracia de un hombre, Jesucristo, abundaron para los muchos”. Ahora, ya casi hemos llegado al punto más importante del verso 15: ¿Por qué es mucho más segura la abundancia de la gracia de Dios que el juicio de muerte debido a la trasgresión?

Es porque el propósito supremo de Dios no es el juicio sino la demostración de la gloria de su gracia. Se podría demostrar a partir de Efesios 1:3-6, donde Pablo dice que el propósito de toda la historia es “la alabanza de la gloria de su gracia”. Se pudiera demostrar a partir de Romanos 9:22-23, donde Pablo dice que Dios soporta vasos de ira para dar a conocer las riquezas de su gloria sobre los vasos de misericordia. O pudiera demostrarse a partir de Romanos 8:20-21, donde Pablo dice que el juicio vino sobre la creación más para esperanza que para juicio: “Porque la creación fue sometida a vanidad, no de su propia voluntad, sino por causa de aquel que la sometió, en la esperanza 21 de que la creación misma será también liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Dios."

Así que este es el señalamiento más importante de Romanos 5:15. Si el juicio fue la consecuencia de la trasgresión de Adán, hay ‘mucha más’ seguridad de que la gracia de Dios abundó en el pasado y abundará, porque el juicio no es el propósito supremo de Dios en el universo. Antes bien (este es el señalamiento más importante) el propósito supremo de Dios al crear y gobernar al mundo de la manera en que lo hace, es mostrar gracia abundante. Dios no busca excluir la demostración de la justicia, el juicio y la ira, sino contraponer la gracia al trasfondo de juicio e ira que existe ya. El propósito supremo de Dios en el mundo es la demostración de la gloria de su gracia (y aquí el énfasis cae sobre el hecho de que todo esto viene a través de un hombre: Jesucristo). La gloria de la gracia de Dios es la gloria de Cristo sobre todos los que están en él. Toda la historia –el pecado y la redención narrados en ella- trata sobre la gloria de la gracia de Dios en un hombre: Jesucristo. Ese es el significado de la historia. Ese el es punto principal del verso 15.

Veamos ahora el verso 16. Aquí tenemos otra declaración acerca de cómo son diferentes Adán y Cristo. “Tampoco sucede con el don [de la justicia, verso 17] como con lo que vino por medio de aquel que pecó; porque ciertamente el juicio surgió a causa de una transgresión, resultando en condenación; pero la dádiva [de la justicia] surgió a causa de muchas transgresiones resultando en justificación.”

Veamos primero el señalamiento menos importante: Note en la última mitad del verso, que “la dádiva”, que es el “don de la justicia” según el verso 17, está “resultando en justificación”. “la dádiva surgió a causa de muchas transgresiones resultando en justificación”. Esto es crucial porque demuestra que hay un fundamento para la justificación, nos referimos al “don de la justicia” de Cristo; o, como dice el verso 18, a “la justicia realizada por uno” (RVA); o, “la obediencia de uno”, como dice el verso 19. La justificación no es solo una nueva relación con Dios, o un nuevo estatus ante Dios, flotando en el aire. Es una nueva posición legal establecida sobre la base de la justicia de Cristo, o la obediencia de Cristo. Este es el señalamiento menos importante que hacemos en el verso 16 –una aclaración gigantesca- “la dádiva [...] resultando en justificación”. “La dádiva” no es la justificación; es la base de la justificación. Somos constituidos justos sobre la base de la dádiva de justicia –la “justicia” de Cristo (verso18), la “obediencia” de Cristo (verso 19).

Cuando leen los evangelios y ven a su Señor viviendo una vida perfecta de justicia, regocíjense porque él no solo les está dando un ejemplo de cómo vivir, sino que también está estableciendo la base de la nuestra aceptación ante Dios por gracia, solo por fe.

La Gracia De Dios Triunfa Sombre Muchas Trasgresiones, No Solo Sobre Una

¿Cuál es, entonces, el señalamiento más importante del verso 16? ¿Cuál es el contraste que Pablo ve entre la obra de Cristo y el pecado de Adán? Él dice: “Tampoco sucede con el don como con lo que vino por medio de aquel que pecó”. Por lo que sabemos que está hablando todavía acerca de las diferencias entre Cristo y Adán. La próxima cláusula nos da los detalles: “porque ciertamente el juicio surgió a causa de una transgresión, resultando en condenación; pero la dádiva surgió a causa de muchas transgresiones resultando en justificación.”

Este es el contraste: Una trasgresión (la de Adán) lleva a la condenación en contraposición a muchas trasgresiones (las de todos nosotros) llevando a la justificación ¿Cuál es el punto? Mostrar nuevamente la grandeza de la gracia sobrepasando ampliamente la demostración del juicio. ¿Cómo?

Bien, la condenación es una respuesta natural y adecuada a la trasgresión. Pero la justificación no es una respuesta natural o adecuada a la trasgresión, y mucho menos a muchas trasgresiones. Así que hay al menos dos cosas que en las que la gracia tiene que vencer para que exista la justificación: Una es que la trasgresión trae como consecuencia la condenación; y la otra es que muchas trasgresiones traen como consecuencia una gran condenación. Lo que hace que la gracia de Dios resplandezca en este verso es que ella triunfa sobre ambos obstáculos. ¿Cómo? Proveyendo una justicia sustituta. Como que Cristo era justicia para para nosotros, Ahora Dios puede justificarnos a pesar de muchas trasgresiones.

Siéntanse, por tanto, poderosamente animados. Pablo está tratando de fortalecer su fe. Él no está escribiendo simplemente, él espera que cuando lleguemos a este lugar en la lectura de su carta sintamos y pensemos en algo específico. Piensen en la verdad acerca de la grandeza de la gracia de Dios y la dádiva de justicia que Cristo da a todos los que confían en él. Sientan entonces la dulzura de Dios recordándonos en estas palabras que todos nuestros pecados pasados no son un obstáculo para que Dios nos justifique. Porque hay “una dádiva” que resulta en “justificación” –el don de la justicia de Cristo.

Este es el señalamiento más importante del verso 16: La gracia de Dios triunfa sobre muchas trasgresiones (no solo sobre una) porque Dios nos provee de un sustituto en Cristo.

Reyes Y Reinas En El Siglo Venidero

Finalmente los señalamientos menos y más importantes del verso 17: “Porque si por la transgresión de uno, por éste reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por medio de uno, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.”

Primero el señalamiento menos importante: Cuando Pablo dice: “los que reciben la abundancia de la gracia” en el verso 17b, eso implica (creo) que hay algunos que no la reciben. En otras palabras, Pablo nos muestra que “los muchos” en el verso 15 que murieron debido al pecado de Adán y los muchos que experimentaron la gracia de Dios no son el mismo grupo, porque todos los humanos están en Adán, pero no todos están en Cristo. Algunos reciben la gracia y otros no. Por tanto, algunos están entre “los muchos” (verso 15, 19), o entre los “todos” (verso 18) que están en Cristo.

Ahora, finalmente, ¿Cuál es el señalamiento más importante del verso 17? Mire cuidadosamente y lo verá. Pablo no dice: “si la muerte reinó a través de uno [Adán], mucho más la vida reinará por medio de Jesucristo”. No dice que hayamos cambiamos el gobierno bajo el que estábamos, la muerte por la vida. Dice más, verso 17b: “mucho más reinarán en vida por medio de uno, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia” (vea 2da a Timoteo 2:12).

Así que la última declaración acerca de la supremacía y gloria de la gracia de Dios en este texto es que ella toma a pecadores como nosotros quienes recibimos su gracia y nos hace reyes y reinas en el siglo venidero. Es casi demasiado bueno para ser cierto. Y, si usted lo cree, si humildemente descansa en ella, esta gloriosa verdad transformará su vida, no solo su matrimonio (como sugerí la semana pasada) sino toda su vida.

Piensen en esto, pequeños cristianos –y todos somos pequeños cristianos- piensen en esto. Nuestra herencia es reinar como reyes o reinas en la presencia de Dios (vea Apocalipsis 3:21). Permitan que esto les sustente en las frustraciones y dolores de esta vida presente.

Resumen

El señalamiento más importante del verso 15: El propósito supremo de Dios es mostrar la preeminencia y gloria de su gracia por encima del juicio.

El punto más importante del verso 16: La gracia de Dios triunfa no solo sobre una trasgresión, sino sobre muchas trasgresiones y nos justifica sobre la base de la justicia sustituta de Cristo.

El señalamiento más importante del verso 17: El triunfo de la gracia de Dios no solo reemplazará la vida con la muerte, sino que nos hará reinar en vida como reyes en la presencia de nuestro Padre por los siglos de los siglos.

Tome posesión de estas grandes verdades sobre la gracia. Confíe en Cristo. Confíe en él. Él será su justicia, su vida y su gozo.

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