The Pleasure of God in Public Justice/es

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Proverbios 11:1

          La balanza falsa es abominación al SEÑOR, pero el peso cabal es su deleite.

Moviéndose desde adentro hacia afuera

Hemos estado moviéndonos de adentro hacia afuera de la vida en las últimas tres semanas. Dios se goza en aquellos quienes tienen esperanza en su amor. Dios se deleita en las oraciones de los rectos. Dios se deleita en la obediencia mucho más que en el sacrificio. La esperanza está en lo más profundo del interior -se expresa a sí misma en la oración. Y entonces la obediencia de que hablabamos se exterioriza. Pero hasta ahora nos hemos confinado principalmente a lo que llamaríamos la parte religiosa de nuestra vida.

Hoy damos un último paso a esa parte de la vida que no es ordinariamente considerada religiosa. Podría ser llamada la parte “secular” de la vida, que significaría la parte donde tiene tratos ordinarios con el mundo. Podría llamarse la parte comercial de la vida. Incluye cosas como el llenado de su tanque de gasolina y comprar antigüedades, el perforado de la tarjeta de tiempo y el pago de sus impuestos.

¿Tendrá Dios algún interés en esta parte de tu vida? ¿Se deleita Él con la forma en que haces tus cosas en la tienda, o en la oficina o en la cocina? ¿Hay algún comportamiento equivocado en estas áreas no religiosas que sea tan significativo que Dios incluso lo llame abominación?

La vida comercial no religiosa

Con esta preocupación nos hemos movido tan lejos como podemos ir: desde la esperanza en la oración, a la obediencia general en la vida comercial no religiosa. Pero hay un paso más que podríamos tomar, y quiero tomarlo ahora. Nosotros podríamos preguntar ¿Tiene Dios algún placer en el comportamiento de la gente no cristiana en las áreas no religiosas de la vida?

Asi que realmente tenemos dos áreas que examinar hoy ante nosotros: la vida comercial, no religiosa de los cristianos y la vida comercial, no religiosa de los no cristianos. ¿Se goza Dios en algo o en todo de esta vida? Y si es así, ¿Por qué?

La finalidad, como siempre, es para clarificar el carácter y naturaleza de Dios examinando lo que Él ama (¡recuerda la frase de Henry Scougal! “El valor de un alma se mide por el objeto de su amor"). Pero yo sé que este mensaje también llevará mucho consejo práctico para tu vida diaria así que espero que escuches ambas cosas.

¿Qué tipo de cosas se incluyen en nuestro texto?

Primero que todo, tomemos ambas áreas juntas y simplemente preguntemos qué tipo de cosas se incluyen en nuestro texto, Proverbios 11:1. El verso no dice si sólo los creyentes o también los no ceyentes están contemplados. Simplemente dice,

    La balanza falsa es abominación al SEÑOR,
    pero el peso cabal es su deleite.

La imagen específica del texto

Las implicaciones aquí llegan muy lejos. Pero pongamos la imagen específica de forma clara en nuestras mentes. Supongamos que eres un comerciante en tiempos del Antiguo Testamento y vendes comida de maíz. Y supongamos que en esos tiempos diez centavos por libra era un precio justo. Alguien viene a ti y quiere comprar cinco libras de comida de maíz. Así que tomas la piedra de cinco libras y la colocas en el disco sobre un lado de la balanza. Entonces tomas tu bolsa grande de comida y empiezas a vertirla en el plato en el otro lado de la balanza. Continúas y tratas de que se nivelen los discos. Entonces pones el plato completo de comida en el contenedor del cliente y él sabe que le has dado la cantidad correcta de granos. El tamaño de una piedra de cinco libras es comunmente conocida.

Pero supongamos que durante la noche tomaste una hoja filosa y dura y haces un pequeño hoyo en un lado de piedra y la ahuecas hasta que su peso sea sólo cuatro libras. Después cubres el pequeño hoyo con arcilla del mismo color de la piedra y lo dejas secar. Al dia siguiente no la usas con el que es educado y fuerte porque podrían hacer un alboroto por el montón aparentemente más pequeño e incluso podrían examinar la piedra. Pero cuando un niño viene por encargo de su madre y cuando la viuda quien es parcialmente ciega viene a comprar comida, usas tu piedra engañosa.

Nuestro texto dice que esto es abominable para el Señor, pero el peso cabal es su deleite.

Ahora, ¿qué clase de actos en los años 80s están implicados en la frase “ balanzas falsas” en Proverbios 11:1? Permíteme mencionar cuatro categorías, las cuales realmente son dos formas diferentes de dividir los actos en dos categorías.

Cuatro categorías de actos en el dia de hoy

Primero, este verso se refiere a compradores y vendedores:

1. Actos de venta

Incluye actos de de venta cuando el vendedor no da artículos o servicios del valor de precios u honorarios que esta cobrando. Imagina una bomba de gasolina que lee cinco centavos más por galón de lo que debiera ser o una balanza en la tienda que marque más peso o una etiqueta de medicina demasiado costosa, o un vendedor de bienes raíces que no le dice al comprador sobre el problema de inundaciones de la casa que le está vendiendo, o un maestro de universidad que no ha escrito una clase en 10 años y pasa su tiempo remodelando su sótano.

2. Actos de compra

Incluye cuando el comprador hace confabulaciones para pagar menos en los artículos y servicios de lo que en realidad valen. Puedes ver lo que Dios piensa al respecto en Proverbios 20:14 "Malo, malo, dice el comprador, pero cuando se marcha, entonces se jacta." Esto incluiría pagar a algún vendedor pobre en México una cantidad ridícula por una alfombra de calidad que ha hecho porque esta desesperado por venderla y tú puedes tomarla o dejarla. Incluye la falta de pago de la multa sobre mi cuenta del agua por fechar el cheque de pago anterior a la fecha de vencimiento.

La otra forma de categorizar los actos denunciados en Proverbios 11:1 se refiere a actos de injusticia o de engaño.

3. Actos de engaño

Incluye actos que involucran engaños en transacciones con otras personas. Y así el hecho expresa una mentira. Por ejemplo, en los próximos días que hagas la devolución de tus impuestos, este verso tiene algo muy definido acerca de si tu reporte es un deleite de Dios o una abominación a Dios. O se podría obtener un seguro y mentir acerca de los daños para obtener un mejor finiquito.

4. Actos de injusticia

Por otro lado, estos actos son siempre un hecho injusto para alguien. Una persona no obtiene lo que se debe. Por ejemplo, tu podrías encajarle a alguien un coche dañado no siendo honesto acerca de su condición cuando lo vendes. O podrías precipitar a una familia de refugiados a firmar el arrendamiento por un apartamento no visto cargando rentas exorbitantes y dejar el apartamento en malas condiciones sin hacerle mejoras.

Así que espero que puedan ver que todas las cosas están implícitas en Proverbios 11:1 ”La balanza falsa es abominación al SEÑOR, pero el peso cabal es su deleite." Tu puedes ser un vendedor engañoso o un comprador engañoso. Y puedes cometer una injusticia con un comprador o con un vendedor.

El interés de Dios en toda nuestra vida no religiosa

Una lección que debe aprenderse de esto es que Dios tiene un interés en toda nuestra vida no religiosa. Todas nuestras transacciones comerciales le preocupan. Dios no está tan distante de nosotros o tan “religioso” que sólo le interese lo que sucede en la iglesia y durante los devocionales. Cada pulgada cuadrada de esta tierra es Suya y cada minuto de nuestras vidas es un préstamo de su respiración. Él es mucho más secular de lo que frecuentemente pensamos.

Y por supuesto esto debe marcar una gran diferencia en la forma en que vivimos nuestras vidas no religiosas. Charles Bridges, un pastor evangélico en la Iglesia de Inglaterra de hace un siglo, hace esta pregunta: “¿No es un pensamiento solemne el que el ojo de Dios observe todos los asuntos comunes de nuestra vida, sea una abominación o un deleite?” Pruébate a ti mismo. ¿Eres moldeado más por el espíritu secular del mundo o por el Espíritu de Dios? He aquí la prueba: ¿sientes que los asuntos pequeños y sus malas representaciones son simplemente parte de las reglas del juego del día o son una abominación para Dios?

Ahora quiero hacer la pregunta, ¿Por qué es una balanza justa un deleite para Dios en manos de un creyente? Y después cerrar preguntando, ¿Es una balanza justa un deleite para Dios en manos de un no creyente? Si es así, ¿Por qué?

Balanzas justas en las manos de creyentes

¿Por qué es una balanza justa un deleite para Dios en manos de un creyente? Dios se deleita con las acciones justas y honestas de los creyentes porque dichas acciones hacen visible su Fe que honra a Dios. Los hechos justos y honestos hacen visible la señoría salvadora de Dios. Déjenme mostrarles uno de los lugares donde se enseña explícitamente.

Las instrucciones de Dios en el Levítico

En Levítico 19:35–37 Dios da instrucción acerca de las pesas y balanzas justas, y da un motivo.

    No haréis injusticia en los juicios, ni en las medidas de peso ni de capacidad. Tendréis balanzas justas, pesas justas, un efa justo y un hin justo. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios que os saqué de la tierra de Egipto. Así pues, observaréis todos mis estatutos y todas mis ordenanzas, y los cumpliréis; yo soy el SEÑOR."

¿Cómo motiva Dios la honestidad y la justicia aquí?

Tres Observaciones

Nótense tres cosas en el versículo 36:

   1. Primero, dice “¡Yo soy el Señor!” Esto es “¡Yo soy Yahvé!”. Él usa su nombre personal el cual usó con Moisés justo antes de sacar a su gente de Egipto. Y recordarás que explicó el significado de dicho nombre diciendo “Yo soy el que soy”. El nombre implica absolutismo e independencia y libertad y soberanía.
   2. Segundo, dice “¡Yo soy tu Dios!” En otras palabras, Soy para ti. Estoy de tu lado. Mi absolutismo e independencia y libertad y soberanía son tuyos. Eso es lo que significa si podemos decir verdaderamente “¡Yahvé es mi Dios!”
   3. Tercero, dice “Yo los saqué de la tierra de Egipto” Esta es la ilustración específica que demuestra de una vez por todas a Israel que Dios es para ellos. El es su Dios. Él es absoluto y libre y soberano—no para destruir sino para salvar a su pueblo. Para los Cristianos de hoy la muerte y resurrección de Jesús—el segundo Éxodo (ha sobrepasado al primero en valor).

El punto clave

Ahora, ¿qué tiene que ver todo eso con la forma en que llenas tus declaraciones de impuestos en las siguientes dos semanas? ¿Qué tiene que ver con balanzas justas y pesos honestos?

El versículo 36 dice, “Tendréis balanzas justas, pesas justas, un efa justo y un hin justo. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios que os saqué de la tierra de Egipto.” Por seguro el punto es este:

    * Si de verdad sabes que Dios es el SEÑOR—Yahvé, el Dios absoluto, independiente, libre y soberano del universo;
    * Y si confías en él como TU DIOS—que el es para ti con todo su poder;
    * Y si tu fe está establecida y motivada por la gran demostración del amor de Dios en el Éxodo (¡y muerte sustitutiva y resurrección victoriosa de Jesus!),
    * Entonces no necesitarás aparentar con tus declaraciones fiscales para asegurarte la mayor felicidad.
      Creerás que tu Dios omnipotente se ha propuesto con toda su absoluta libertad y poder soberano rescatarte de Egipto y traerte a una tierra donde fluya la leche y la miel y cuidarte a cada paso del camino.

Haciendo la señoría salvadora y el poder de Dios visibles

Es a lo que me refiero al decir que Dios se deleita en los negocios justos y honestos de los creyentes porque dichos negocios hacen su fe visible. Los negocios justos y honestos hacen que la señoría salvadora y poder de Dios sean visibles. Cuando un Cristiano actúa con integridad en lugar de tratar de tener ventaja mediante engaños, demuestra el poder y el amor del Dios del Éxodo.

Él dice, ¡Tengo un gran Dios que me cuida!

    * Tengo un Señor y Amo que promete satisfacer todas mis necesidades de acuerdo a sus riquezas en gloria de Jesucristo!
    * Tengo una columna de fuego que me guía en los momentos de oscuridad.
    * Tengo una columna de nubes que me muestra el camino de la felicidad en el día.
    * Tengo una fuente de agua viva que nunca se seca y siempre satisface mi sed.
    * ¿Cómo puedo mentir o engañar como si fuera como los hombres que confían en sí mismos y en su ingenuidad engañosa para tener una mejor vida para sí mismos de lo que Dios puede hacer por mí a través de la obediencia de la fe?

Proverbios 20:17 dice,

    El pan obtenido con falsedad es dulce al hombre,
    pero después su boca se llenará de grava.

En otras palabras cuando usamos balanzas falsas o mentimos en nuestras declaraciones de impuestos o damos una mala interpretación de los hechos en nuestras negociaciones, declaramos que la dulzura fugaz del pecado es mas deseable que la paz duradera de Dios. Esto no honra a Dios y por tanto no deleita su corazón. “La balanza falsa es abominación al SEÑOR, pero el peso cabal es su deleite."

Balanzas justas en manos de los no creyentes

Ahora, ¿qué hay de los no creyentes? Existen no creyentes que ordenan sus vidas de negocios de forma honesta y justa. ¿Es esto un deleite para Dios?

La respuesta es sí y no, porque Dios ve la honestidad de los no creyentes de dos formas diferentes.

Considerando que expresan la vida interior de incredulidad

Cuando Dios ve su honestidad y justicia como un resultado de su vida interior de incredulidad, no se deleita en ellas porque es pecado. Romanos 14:23 dice, "todo lo que no procede de fe, es pecado.”

Los no creyentes honestos son como un hijo adolescente rebelde que rechaza a sus padres y todo lo que se refiera a ellos, y se va a otra ciudad. Pero para poder triunfar en el mundo real, decide jugar con algunas de sus reglas. Así que consigue un trabajo como cocinero en un restaurante. Meses después sucede que sus padres visitan la ciudad y van a dicho restaurante. Sin saber que él está ahí ordenan uno de sus platillos favoritos (llamados “balanzas justas” o “medidas honestas”). Y sin saberlo su propio hijo cocina su comida. Pero atrás en la cocina, él es tan rebelde como siempre. No lo está haciendo por causa de ellos. Así incluso el hecho de preparar lo que ellos ordenaron es una expresión de rebelión. Y si sus padres supieran la verdad, no se regocijarían y dirían “¡Ah, que maravilloso, nuesto hijo es ahora un deleite para nosotros, porque ha hecho nuestra comida favorita!”

Así, Dios no se deleita en la honestidad y en la justicia de los no creyentes cuando ve que es una expresión de sus corazones rebeldes y no creyentes. Los hechos realizados sin confianza alguna en su gracia o cualquier amor por la gloria de Dios no son el deleite de Dios.

Considerando que reflejan el carácter y el trabajo de Dios

Pero existe un sentido en el que Dios se deleita con las balanzas justas y con los pesos honestos de los no creyentes, esto es, cuando ve su honestidad y justicia como fragmento de su propio trabajo divino.
Lo extraigo de Proverbios 16:11:

    El peso y las balanzas justas son del SEÑOR; todas las pesas de la bolsa son obra suya.

Creo que esto significa que dondequiera que encuentres balanzas justas y una bolsa de pesas honestas, encuentras el trabajo de Dios. La justicia es creación de Dios. La honestidad es el designio de Dios. La integridad es el trabajo de Dios—aún en los no creyentes; tal como su cabeza y su corazón y sus manos y sus pies son su obra.

Los teólogos le llaman a eso la gracia común. No es una gracia salvadora. No lleva al hombre al cielo. Es la misma gracia que hace que el sol salga todos los días sobre los buenos y malos, y envía lluvia a los justos e injustos (Mateo 5:43–47). Es la gracia que previene que la sociedad se hunda en la anarquía. Y cuando Dios ve el trabajo de su propia gracia común previniendo que el mundo caiga en la ruina prematura, y dando al menos alguna expresión externa de sus propósitos de justicia y honestidad, se deleita con lo que ve.

Como una concha lavada en la playa

La honestidad y justicia de los no creyentes es como una concha lavada en la playa. No hay vida en ella. Pero tiene un cierto tipo de belleza. Tiene cierta dureza y simetría y orden. La vida es más disfrutable porque esta concha existe. Tiene sus usos: puedes plantar una flor en ella; o la puedes usar para adornar tu pared de roca; o puedes enseñar cosas acerca de ella en la escuela.

Es igual con la integridad de los no creyentes. Es la concha remanente de la santidad. El vestigio de la imagen de Dios. El residuo de algo glorioso y hermoso en el corazón de Dios. Y el trabajo de su gracia de preservar y retener su humanidad caída del precipicio de la anarquía y el caos.

Y cuando Dios mira la honestidad y justicia de sus criaturas no creyentes y rebeldes en este sentido, se deleita en su justicia y se complace en su honestidad. Es el trabajo de sus propias manos, y el regalo de su gracia.

Ser un Wilberforce o un Wesley

De todas las lecciones que podamos extraer de estas verdades, déjenme cerrar con sólo una, y espero que hagan otras para su propio corazón.

Dado que la conformidad externa de los no creyentes a los deignios de Dios en cuanto a justicia y honestidad deleita por un lado al corazón de Dios, era derecho de William Wilberforce el dedicar 20 años de su vida en el Parlamento a la abolición del comercio inglés de esclavos, aún cuando la gran mayoría de los mercaderes que renunciaron al comercio de esclavos lo hicieron bajo represión y no por razones santas. Fue la gracia de Dios que libró a Inglaterra de los barbarismos del comercio de esclavos. Y por lo tanto, el Señor miró con placer el día 22 de Febrero de 1807, cuando la Casa de los Comunes pasó la factura decisiva.

Se deleitó mayormente en el poder viviente de la santidad en la vida de Wilberforce y Henry Thornton mientras se abrazaban mutuamente y jugaban en la nieve como escolares afuera de la cámara.

Y, en una forma diferente y misteriosa, Dios también se deleitó con la concha de la santidad que tomó forma en la sociedad inglesa cuando se purgó del comercio de esclavos de una vez por todas. Porque Él se deleita en el trabajo de sus manos.

John Wesley, el gran evangelista, le escribió a Wilberforce para fortalecer su mano en Dios. Le dijo,

    A menos que Dios te haya criado para esto en específico, te verás con la oposición de hombres y demonios, pero si Dios está contigo, ¿quién podrá estar contra tí? ¿Son todos ellos juntos más fuertes que Dios? Ah, no te canses de hacer el bien.

Hay batallas por pelear en el continente americano en contra de múltiples injusticias e indecencias. Que el Señor nos dé sabiduría para saber si somos llamados a la lucha para pelear como Wesley o como Wilberforce.

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